El “Gorgojo del eucalipto” (Gonipterus platensis) es una de las plagas más comunes que afectan a la isla, y que requiere de esfuerzos sistemáticos para su control.
Uno de los principales problemas de conservación de los recursos naturales que enfrenta Rapa Nui, es el de la introducción de especies exóticas invasoras.
En los últimos años este problema se ha visto
incrementado por el cada vez mayor número de medios de transporte aéreo y
marítimo que arriban a este pequeño y frágil territorio insular, aumentando así
el riesgo de ingreso de todo tipo de plagas, entre ellas las forestales, que
amenazan el proceso de restauración ecológica y recuperación de suelos
erosionados que actualmente se lleva a cabo en nuestra Isla.
El SAG, consciente del problema, y comprometido con el
desarrollo sustentable y la protección del medio ambiente de Rapa Nui, mantiene
un programa de vigilancia fitosanitaria forestal, cuyo principal objetivo es la
detección oportuna del ingreso de plagas exóticas y potencialmente dañinas a territorio
insular.
El Programa contempla diferentes actividades, tales como
la realización de prospecciones, revisando en forma visual las especies
forestales, buscando signos o síntomas sospechosos en puntos de muestreo que se
denominan estaciones de prospección, y que corresponderán a árboles
individuales o grupos de éstos, pudiendo incluso corresponder a plantas de
vivero.
Al encontrar un árbol sospechoso de daño o ante la
presencia de insectos adultos posados en el follaje, o estados inmaduros de
éstos, se procede a tomar una muestra de ramas y/o hojas, y éstas son enviadas
a laboratorios especializados para su identificación.
Otro método utilizado es la trampa de luz negra, empleada
principalmente para la detección de insectos adultos pertenecientes a la familia Lepidóptera y que
poseen vuelos nocturnos, es decir, polillas, aunque también son atraídos fuertemente
insectos de la familia Scarabaeidae (escarabajos); esto permite la detección de
nuevas plagas y conocer la distribución de éstas en la isla.
La actividad de Vigilancia Forestal comenzó formalmente a
partir del año 2006, realizando prospecciones mes a mes, y abarcando la
totalidad de bosques y arbolado urbano de la Isla, lo que a la fecha ha
permitido contar con una completa base de datos de plagas forestales presentes
y realizar algunas acciones de control biológico.
Un ejemplo de esto último es la liberación en el mes de enero del 2012 de una micro avispa parasitoide de huevos, Anaphes tasmaniae, de la familia Mymaridae (Hym.), usado para el control del “Gorgojo del Eucalipto”, Gonipterus platensis, plaga que está dañando seriamente a los eucaliptos presentes en la Isla, provocando severas defoliaciones y la detención del crecimiento de los árboles.
Un ejemplo de esto último es la liberación en el mes de enero del 2012 de una micro avispa parasitoide de huevos, Anaphes tasmaniae, de la familia Mymaridae (Hym.), usado para el control del “Gorgojo del Eucalipto”, Gonipterus platensis, plaga que está dañando seriamente a los eucaliptos presentes en la Isla, provocando severas defoliaciones y la detención del crecimiento de los árboles.
Otra de las acciones concretas realizadas por el SAG en
Isla de Pascua, es la instalación de trampas en base a cebos alimenticios para
la plaga Vespula germanica (Himenóptera, Vespidae), más conocida como “chaqueta
amarilla”, la que se encuentra ausente del territorio insular. Sin embargo al
hacer un análisis se llegó a la conclusión de que existe un potencial riesgo de
ingreso por vía marítima, tal como ocurrió en el Archipiélago de Juan
Fernández. Las trampas se instalan en primavera, y se ubican preferentemente en
zonas de alto riesgo tales como el Puerto Policarpo Toro (muelle de Hanga Piko)
y Aeropuerto Mataveri.
Finalmente, y considerando que el aumento del riesgo de
ingreso de plagas exóticas es difícil de revertir, lo que está en nuestras
manos es mantenernos alerta, seguir desarrollando un manejo integrado de plagas
forestales a través de acciones
concretas como el uso del control biológico, herramienta que nos permite
proteger nuestro medioambiente y con esto contribuir al desarrollo
socioeconómico de nuestra isla, sin alterar la conservación de sus recursos
naturales.
Pikano en Rapa Nui: ¿un aporte o un problema?
El eucalipto, o pikano en lengua rapanui, pertenece a la familia de las mirtáceas, es originario de Australia y Tasmania, y cuenta actualmente con cerca de 700 especies.
Según ciertas fuentes, entre 1950 y 1970 se realizaron algunas plantaciones en la isla para luchar contra la erosión. Se citan introducciones hechas por la CORFO, por la antigua “División Forestal” SAG, y por particulares.
Desde su expansión, se le han atribuido al eucalipto efectos perjudiciales para el medio ambiente, que han disminuido su prestigio como árbol de alto valor productivo y ecológico.
Aquel concepto se origina en los efectos desfavorables que en diferentes latitudes se han dado a partir de monocultivos de eucalipto, causados por el desconocimiento sobre su correcto manejo silvicultural en el que los factores edáficos y climáticos son básicos para obtener buenos resultados ambientales y productivos.
Esta especie posee múltiples beneficios ambientales, pero sin un adecuado manejo y consideración a las condiciones de plantación pueden tenerse diferentes impactos negativos.
Entre los usos que se le dan al Eucalyptus sp. en Rapa Nui, destacan el de su madera, para propósitos básicos tales como cerco y construcciones ligeras y temporales. El aceite de las hojas es la base de preparados descongestionantes, aunque también tiene otros usos terapéuticos.
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